Estela de Carlotto y María del Carmen Squeff, ex embajdadora argentina en Francia. |
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Más rápido de lo
que alguien podría haberlo imaginado, la maquinaria infernal se puso en marcha.
“Contratapa”,
columna de opinión emitida en “Hipótesis” el sábado 19 de diciembre de 2015.
Acá en Francia el
gobierno argentino presentó ya el plácet para designar nuevo embajador, en
reemplazo de María del Carmen Squeff, una de las mejores diplomáticas que tuvo
la embajada argentina en Paris desde el advenimiento de la democracia en 1983. El
propuesto nuevo representante argentino en la sede diplomática, rue Cimarosa,
en el exclusivo distrito XVI, es Jorge Marcelo Faurie.
Escribe la colega
francesa Estelle Leroy-Debiasi en el sitio de información El Correo de la
diáspora Latinoamericana: “El nombramiento de Jorge Faurie, diplomático
de carrera, como embajador de la República Argentina en Francia una vez más
desencadenó la pluma amarga de la corresponsal en Francia del diario Clarín,
María Laura Avignolo, contra la embajadora precedente, María del Carmen Squeff”
En efecto,
decimos, Avignolo no ahorró dardos envenenados contra la santafesina,
diplomática de carrera, que ocupó la representación argentina desde 2014, tras
la renuncia de Aldo Ferrer. Frases como “deberá reemplazar a la (…) militante kirchnerista María del
Carmen Squeff, que aún continua buscando su ascenso, postergado hasta el
próximo mes de marzo. Siempre y cuando su nombre continúe incluido en esa lista
de diplomáticos a ascender, elaborada por el gobierno de Cristina Kirchner”,
hasta títulos en el gran diario argentino como “Caza de brujas en la embajada
parisina en busca de fuentes”, Avignolo, a la que muchos colegas sindican como
buena profesional, no ha economizado armas para atacar a Squeff y por sobre
todo a la ex presidenta Fernández de Kirchner.
En un artículo de
Clarín del 20 de noviembre de este año, denuncia el bloqueo de la página web del
“gran diario argentino” en el sistema informático de la embajada en Paris. En un
párrafo escribe: “La embajadora argentina en Francia, María del Carmen Squeff,
es una ministra de Primera, diplomática de carrera, ‘pero’ fervorosa militante
kirchnerista, que busca ascender a embajadora en la polémica lista de
diplomáticos a ser promovidos antes de que el gobierno actual se retire del
poder” y termina: “A estos avatares de su ascenso, la embajadora Squeff tiene
otros problemas logísticos: sus choferes la dejan a pie en ceremonia oficiales
francesas, por el maltrato público al que los somete y los despectivos epítetos
que usa para referirse a ellos”
Gran parte de la
comunidad argentina en Francia, coincide en afirmar que esta embajadora es la
que más ha abierto las puertas a los integrantes de la diáspora en Francia y la
que ha llevado adelante más proyectos de gran interés entre las últimas
gestiones. Para muestra basta saber que fue ella la que promovió y presentó la
campaña por el Derecho a la
Identidad en Francia, con el objetivo de seguir buscando y
encontrando a esos niños robados, privados de su verdadera identidad, botín de
guerra, durante la dictadura cívico militar que asoló la Argentina entre 1976 y
1983. Y que fue ella también la que junto con su equipo y un grupo de abogados,
logró que la justicia francesa, levante el embargo sobre las cuentas bancarias
de la embajada, que el buitre NML Capital de Paul Singer había logrado bloquear
a mitad de este año.
Volviendo al que
será nuevo embajador argentino en Francia, Jorge Marcelo Faurie, este menemista
paladar negro, vicecanciller y embajador en Portugal durante 9 años, designado
por el entonces presidente Menem, fue investigado en 2002 por la Oficina Anticorrupción
por haber omitido en una declaración jurada, la existencia de una sociedad que
compartía nada menos que con Ramón Hernández, entonces secretario privado del
riojano presidente. En ese momento, también olvidó de declarar a la AFIP la existencia de dos
propiedades en la provincia de Santa Fe. Recordemos también que Faurie integró
el Ministerio de Relaciones Exteriores de Carlos Ruckauf durante la presidencia
de Eduardo Duhalde, en este caso como Secretario de Relaciones Exteriores,
Comercio Internacional y Culto.
Siguiendo con la
corresponsal de Clarín, en ningún momento oculta el beneplácito por el nuevo
embajador. Y lo expresa de esta manera: “Durante la ‘complicada’ (el
encomillado es de esta contratapa) transferencia de mando del presidente
Mauricio Macri, Faurie actuó como jefe de protocolo” y describe: “Con excelente
francés e inglés, Faurie es conocido por su eficacia, su conocimiento del
protocolo diplomático y sus gestos y su fuerte carácter” –y escuche esta
partecita: “Va a llegar a una embajada argentina en París donde el personal-
desde los diplomáticos a los administrativos- denuncian el maltrato de la
ministra Squeff y ante reclamos de sueldos de empleados, que fueron
discriminados por ella por razones ideológicas. Les aumentó a unos y postergó a
los otros”, vomita la cronista, a la que no vamos a objetar su subjetividad,
los periodistas somos subjetivos y regamos primorosamente ese precioso jardín.
Retomamos a Estelle Leroy-Debiasi que describe,
refiriéndose a Avignolo: “No es su primer golpe bajo porque desde hace varias
semanas, María Laura Avignolo escribe notas ponzoñosas sobre la embajadora en
función hasta hoy. ¿Podemos extrañarnos que el corresponsal de un gran diario
en una gran capital europea despliegue tanta energía (…) en ‘cubrir’ con lujo
de detalles los asuntos internos de una embajada y el futuro destino de un
embajador, a pocos días del cambio de gobierno, bajo un tono de venganza
ideológica y/o personal? Esto puede ser sorprendente tanto más cuanto los temas
susceptibles de interesar a los lectores argentinos ya sea sobre las relaciones
entre Francia y Argentina, como sobre la vida política y económica francesa, no
faltaron en estas últimas semanas” y se interroga la ex jefa de redacción del
diario La Tribune :
“(…) Como buen soldadito del grupo Clarín, que no dejó de referirse en sus
artículos a la ‘militante kirchnerista’, refiriéndose a la embajadora Squeff, ¿definirá
en sus próximos artículos a Jorge Faurie como el nuevo embajador ‘macrista’ o
como el jefe de protocolo bajo el gobierno Menen? ¿O será eximido de todo
calificativo porque es --al fin-- legítimo a sus ojos? ¿Pasará bajo la lupa sus
supuestas ambiciones personales o los ruidos de pasillo (¡seamos elegantes!) de
la embajada? ¿O esto no interesará para nada al lector de Clarín?
Y concluye Leroy-Debiasi: “Porque el grupo
poderoso de prensa, abanderado del pensamiento único neoliberal, que hizo
campaña claramente por Macri, denigró sistemáticamente al gobierno precedente, siempre
se opuso a la Ley
de Medios, aprobada por las dos cámaras, ley que el nuevo gobierno pretende
anular, es también un baluarte de la prensa ‘basura’, flirteando
permanentemente con la difamación contra quienes no son de su propio color
político o ideológico”
Volvemos y le ponemos un poco de humor ácido… vea,
peor, peor van a estar en Panamá… besos grandes, las y los dejo con Charly García
y Serú Giran. Nos encontramos después de navidad.