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El pasado
martes 27 de octubre se realizó la vigesimocuarta votación anual consecutiva,
respecto del ilegal bloqueo establecido por los Estados Unidos contra la República de Cuba.
“Con los Ojos
del Sur”, columna de opinión emitida el sábado 31 de octubre de 2015.
Esta votación
tuvo lugar en la Asamblea General
de las Naciones Unidas y su resultado fue contundente: de los 193 miembros
plenos, 191 votaron en contra de esa arbitraria medida adoptada por Washington
hace más de medio siglo.
En tanto que el
apoyo al bloqueo contó solo con dos votos: el de los Estados Unidos y el de su
socio y protegido Estado de Israel, quienes en este tema quedaron aislados de
la inmensa mayoría de la humanidad; ya que ni siquiera —a diferencia de años anteriores—
se registraron abstenciones.
Muchas veces se
habla de bloqueo sin precisar realmente su significado y la gravedad de su
aplicación.
El gobierno de
los Estados Unidos denomina “embargo” a esta ilegal medida que ha causado y
continúa causando penurias al pueblo cubano.
Las acciones ejercidas contra Cuba por el
gobierno de los Estados Unidos no se enmarcan en la definición de “embargo”,
dado que Cuba no es deudora de ese país y no ha cometido ningún delito que
autorice el secuestro y liquidación de sus bienes a favor de Washington.
Además, Cuba no ha sido ni es una amenaza
para la seguridad de los Estados Unidos, por lo cual resulta contrario a la ley
internacional la pretensión de aplicarle medidas de legítima defensa. Los
Estados Unidos emplea la figura del “embargo” para no reconocer que aplica a
Cuba medidas de tiempo de guerra, de una guerra no declarada contra el pueblo
de Cuba. Por otra parte, el “aislamiento, la asfixia y la inmovilidad” a la que
someten a Cuba, sí tipifican un “bloqueo”, lo que significa cortar, cerrar,
incomunicar con el exterior para lograr la rendición del país por la fuerza o
por el hambre.
¿Por qué el 98,9
por ciento de los países del mundo consideran que el bloqueo es ilegal?
El marco legislativo
estadounidense, que sustenta jurídicamente el bloqueo contra Cuba insiste en
denominar como “embargo” a esta sanción unilateral, aplicando a Cuba en tiempo
de paz, medidas de tiempo de guerra.
Pero, es necesario aclarar que
no existe una norma del ordenamiento internacional que refrende el bloqueo en
tiempo de paz.
En consecuencia, el bloqueo
contra Cuba viola los derechos humanos del pueblo de Cuba y contraviene los
principios fundamentales del Derecho internacional. Esto es, el principio de
igualdad soberana, el principio de no intervención, el principio de la independencia
y el derecho a realizar nacionalizaciones.
Washington ya ha votado 23 veces
en las Naciones Unidas a favor de su bloqueo a Cuba, eso no es novedad; pero lo
que sorprende es que en esta oportunidad continúa
oponiéndose al levantamiento del bloqueo, a pesar de haber iniciado
conversaciones con Cuba para normalizar sus relaciones a fines de 2014. En tal
sentido, después de más de 50 años se reabrieron las sedes diplomáticas en las
capitales de ambos países. Pero, a pesar de estos supuestos avances, los
Estados Unidos sigue decidido en mantener el bloqueo.
El ministro de Relaciones Exteriores cubano, Bruno Rodríguez, pronunció un discurso con motivo del aplastante apoyo que recibió su país por parte del mundo entero enla ONU. Según Rodríguez,
“las medidas adoptadas por el ejecutivo norteamericano que entraron en vigor en
enero y luego fueron ampliadas en septiembre, aunque positivas, sólo modifican
de forma muy limitada algunos elementos de la aplicación del bloqueo”.
Aún falta mucho para que Cuba pueda “exportar e importar libremente productos y servicios hacia o desde los Estados Unidos, utilizar el dólar en sus transacciones financieras internacionales y operar cuentas en esa moneda en bancos de terceros países. Diez meses después de los anuncios del 17 de diciembre, no se ha producido ninguna modificación tangible, sustancial, en la práctica del bloqueo. La eliminación de Cuba de la espuria lista de Estados patrocinadores del terrorismo internacional apenas ha tenido consecuencias en la ejecución del bloqueo”.
El ministro de Relaciones Exteriores cubano, Bruno Rodríguez, pronunció un discurso con motivo del aplastante apoyo que recibió su país por parte del mundo entero en
Aún falta mucho para que Cuba pueda “exportar e importar libremente productos y servicios hacia o desde los Estados Unidos, utilizar el dólar en sus transacciones financieras internacionales y operar cuentas en esa moneda en bancos de terceros países. Diez meses después de los anuncios del 17 de diciembre, no se ha producido ninguna modificación tangible, sustancial, en la práctica del bloqueo. La eliminación de Cuba de la espuria lista de Estados patrocinadores del terrorismo internacional apenas ha tenido consecuencias en la ejecución del bloqueo”.
Un momento especial de esta
sesión de la Asamblea General
de las Naciones Unidas, se vivió cuando el representante de Bolivia expresó el
respaldo de su país a la finalización del bloqueo, y citó, a partir de un cable
de una agencia de noticias, el caso de una niña cubana afectada de cáncer, cuya
familia no puede conseguir un medicamento que necesita porque es producido en los
Estados Unidos.
"Noemí, la niña cubana tiene las posibilidades reducidas de vivir por causa del bloqueo; esta política afecta la salud, la educación, el desarrollo del turismo, el transporte", señaló el diplomático boliviano.
"Noemí, la niña cubana tiene las posibilidades reducidas de vivir por causa del bloqueo; esta política afecta la salud, la educación, el desarrollo del turismo, el transporte", señaló el diplomático boliviano.
Este ejemplo, expuesto por el
diplomático boliviano, es solo un botón de muestra sobre las injustas y
criminales consecuencias de este bloqueo impuesto por la potencia imperial.
El ex secretario de Estado y
principal responsable de la inmensa mayoría de los genocidas golpes de Estado
perpetrados en las décadas de los sesenta, setenta y ochenta, en nuestra
América latina, Henry Kissinger, escribió en uno de sus libros una frase que si
no fuera cínica, parecería sincera, que patentiza el tema que estamos abordando
y cuyo texto es el siguiente: “los imperios no están interesados en participar
en un sistema internacional, ellos aspiran a ser el sistema internacional”.
(…)
Otra buena noticia tiene que ver con la
reelección de la República Bolivariana
de Venezuela como miembro de la
Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas. Este
país latinoamericano contó con 131 votos a favor; hecho que el
presidente Nicolás Maduro considera una nueva victoria diplomática.
Por su parte, el embajador de Venezuela ante la ONU , Rafael Ramírez, aseguró que se trata de un triunfo importante en el ámbito político y moral para el país. “Es una ratificación de nuestra diplomacia de paz a favor de nuestros pueblos”.
También señaló que la
ratificación de su país es una clara lección para quienes pretenden dividirlo,
entre los que mencionó “los esfuerzos de los Estados Unidos y su campaña
mediática”.
(…)
Finalmente, en nuestra
intervención —el pasado martes, en el Concejo Municipal de Rosario, en ocasión
de las distinciones a “Hipótesis” y a nuestro compañero Luis Saavedra—
recordábamos que el próximo miércoles 4 de noviembre se cumplirán diez años de la Cuarta Cumbre de las
Américas, realizada en Mar del Plata, oportunidad en la que se le dio sepultura
a la denominada Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA).
La voluntad política y la coordinación
establecida entre los presidentes Néstor Kirchner, Inacio Lula Da Silva y Hugo
Chávez, lograron clausurar definitivamente a ese supuesto tratado de libre
comercio, que ya había mostrado abiertamente con el NAFTA —el Tratado de Libre
Comercio de América del Norte— que es libre solo para las transnacionales que
actúan en desmedro de los países menos desarrollados. Tal el caso patético de
México.
Este aniversario es mucho más
que una simple efemérides.
Luego de esa derrota
catastrófica, el imperio volvió sobre sus pasos con más tratados bilaterales y
multilaterales, hasta lograr la conformación de la Alianza del Pacífico,
integrada por Perú, Colombia, Chile y México, bajo su tutela neoliberal.
En estos momentos, esta derrota
de Washington en Mar del Plata, en 2005, podría ser revertida en nuestro país
de resultar ganadora la alianza conservadora encabezada por Mauricio Macri,
quien tiene aceitadas relaciones con toda la derecha continental e internacional.
No habría que descartar un
apresurado acercamiento a la
Alianza del Pacífico, al tiempo que iría debilitando la
integración latinoamericana lograda a través del MERCOSUR, la UNASUR y la CELAC.
La conmemoración de la derrota
del ALCA, no puede estar desvinculada de la necesaria derrota de esta alianza
conservadora argentina (o mejor dicho “antiargentina”) en el balotaje del 22 de
noviembre.