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El 6 de agosto de 2013 un policía de Miami le disparó con una pistola Taser a un joven colombiano de 18 años por pintar un grafiti. El disparo le causó la muerte.
La familia del muchacho fallecido por el disparo con la pistola eléctrica acusó a la Policía de hacer uso excesivo de la fuerza para detenerlo, dos testigos y amigos de Israel Hernández-Llach —este es el nombre de la víctima— señalaron al diario The Miami Herald que habían visto a los policías "riéndose, dándose palmadas y felicitándose", mientras el joven yacía en el suelo.
AUDIO: http://www.goear.com/listen/007c196/150321-ojos-del-sur-
AUDIO: http://www.goear.com/listen/007c196/150321-ojos-del-sur-
“Con los Ojos
del Sur”, columna de opinión emitida en “Hipótesis” el sábado 21 de marzo de
2015.
Según la
policía, Hernández-Llach echó a correr y se inició una persecución que acabó
con el muchacho tendido en el suelo por un disparo con Taser. El joven fue
trasladado al hospital Mont Sinai, donde intentaron reanimarlo inútilmente.
"Este
es uno de una larga y trágica serie de incidentes en los que la Policía de Miami Beach
parece haber hecho un uso excesivo, desproporcionado y letal de la fuerza. Hay
muchas preguntas que necesitan respuesta y no hay suficiente justificación para
el uso del Taser en este caso", destacó Howard Simon, director ejecutivo
de la organización en defensa de las libertades civiles.
“El Tribunal Superior de la ciudad de Buenos Aires puso fin a una
polémica de cinco años y habilitó esta
semana el uso de las pistolas eléctricas Taser. Ese armamento formaba parte de la compra inicial en la
formación de la
Policía Metropolitana y su incorporación a la dotación de la
fuerza había sido bloqueada por fallos judiciales, en medio de una fuerte
controversia pública por su presunta utilidad como eventual instrumento de
tortura”, publicaba textualmente el diario La Nación
el pasado jueves 19.
Por su parte, el presidente del Superior Tribunal de Justicia de la Ciudad de Buenos Aires,
Luis Lozano, afirmó que ese cuerpo jurídico “no autorizó” al gobierno porteño
el uso de las pistolas Taser sino que permitió la compra y aclaró que el
Tribunal “no puede presumir que el gobierno porteño se va a comportar
ilegítimamente”.
“No es que estamos autorizando, estamos diciendo que no podemos anular una compra. Lo único que nosotros analizamos es si se podía impedir una licitación (de las armas Taser) por ilegítima”, destacó el juez en declaraciones a radio Mitre.
Precisó además que “en principio la compra no es inconstitucional, pero si hay uso van a tener que someterlo a protocolo, porque de lo contrario puede haber una afectación de los derechos humanos”.
“Yo no puedo —dijo— presumir como Tribunal que el gobierno se va a comportar ilegítimamente”, concluyó el magistrado.
Es evidente que en los últimos tiempos la “Justicia” está fallando, pero en el sentido coloquial
de la palabra.
El Superior Tribunal de Justicia de la Ciudad de Buenos Aires, permite la compra de un
instrumento de tortura, pero no puede presumir si ese instrumento de tortura va
a ser utilizado “ilegítimamente”.
Todo esto sería absurdo, si no fuera que ya en algunos países —como es
el caso del Estado de Israel— se ha legalizado el uso de la tortura, en
violación flagrante de las convenciones internacionales.
El Comité contra la Tortura de las Naciones
Unidas dictaminó que la aplicación de este tipo de arma contra las personas
constituye una forma de tortura, ya que dichas pistolas eléctricas provocan un
dolor extremo y en algunos casos pueden causar la muerte
En la Argentina , en marzo de
2010, la jueza en lo contencioso administrativo y tributario N° 9 Andrea Danas prohibió la utilización de armas eléctricas e hizo lugar a un recurso de amparo
del Observatorio de Derechos Humanos que había calificado a las pistolas Taser
como elementos de tortura. Esta determinación paralizó la decisión del gobierno
de la Ciudad Autónoma
de Buenos Aires de pertrechar a la Policía Metropolitana
con dichos elementos de tortura; situación que ahora revierte el Superior Tribunal de Justicia de la Ciudad de Buenos Aires.
Pero, ¿qué es esto de las pistolas
eléctricas?
Los dispositivos Taser X26 no son armas
de fuego, ya que utilizan un sistema de propulsión de nitrógeno comprimido para
transmitir pulsos eléctricos administrando una descarga de 50 mil voltios que
deja al individuo incapacitado en forma inmediata. El X26 utiliza dos dardos
conductores lanzados a una distancia de hasta 11 metros y transmite una
señal eléctrica que ataca al sistema nervioso periférico, afectando la
movilidad y el equilibrio.
Taser International Inc., radicada en
Arizona, Estados Unidos —fabricante del arma en cuestión— admite que los dardos pueden atravesar varias
capas de ropa así como también penetrar hasta una pulgada dentro de la piel,
provocando heridas, si la persona está con el torso desnudo o se apunta a una
parte descubierta del cuerpo a poca distancia. La descarga se activa con el
pulsador ubicado en el gatillo y opera en ciclos de unos pocos segundos cada
uno, para no realizar una descarga continua.
Los mismos fabricantes reconocen que
existen riesgos y recomiendan, por ejemplo, no disparar al tórax para evitar
fallas cardíacas. Estos disparos pueden producir desmayos y caídas, provocadas
por el colapso en el sistema nervioso periférico que controla la movilidad.
También pueden originar heridas y efectos no deseados. Si el arma se dispara
apuntando a la cabeza podría causar epilepsia. Stress y dolor acompañado de
temblores, pánico y miedo previo y posterior son otros efectos probables cuando
se utilizan las Taser. Efectos psicológicos y cambios en el metabolismo también
son descriptos en la guía que suministra la empresa productora. El manual
confiesa que someter a una persona a 15 segundos de descargas equivale al mismo
efecto físico que haber sido estrangulado o haberse trabado en lucha. Estos
efectos psicológicos y metabólicos “aumentan el riesgo de morir o de padecer un
daño severo”, afirma la compañía.
Amnistía Internacional denuncia que en
los Estados Unidos, desde 2001, ya se han provocado 864 muertes por la
utilización de las pistolas Taser por parte de las fuerzas policiales.
Las pistolas eléctricas son particularmente
peligrosas para las personas que sufren de enfermedades cardíacas o que están
en un estado emocional alterado. Además, en individuos predispuestos, las
múltiples descargas pueden dañar el corazón y el sistema respiratorio.
Como estas armas son consideradas —por
las autoridades de los países donde se las han aprobado como no letales— su utilización
por parte de las fuerzas policiales es frecuente e indiscriminada. Ello,
obviamente, aumenta los riesgos de muerte o de lesiones permanentes.
Estas pistolas Taser —verdaderas picanas eléctricas— son una
perversión más del capitalismo en tu etapa terrorista.
Si esto es parte de lo nuevo que propone el macrismo… ¿qué nos depararía
en el supuesto caso —esperemos fervientemente que no se produzca— de que ganara
las elecciones?
Por lo pronto tenemos el “hurra orgásmico” de Domingo Cavallo al
festejar la promesa del jefe de gobierno porteño de eliminar los controles en
el mercado cambiario.
El respaldo al Pro por parte de las empresas transnacionales y de
grandes empresas nacionales, muchas de ellas vinculadas a la dictadura genocida
cívico-militar, se entrelaza con los apoyos internacionales particularmente
provenientes de la organización falangista española FAES (Fundación para el
Análisis y los Estudios Sociales), presidida por el cómplice del genocidio
estadounidense en Irak, el ex presidente del Gobierno español José María Aznar,
y diversas entidades estadounidenses, muchas de ellas vinculadas a los fondos
buitre.
En estos momentos de ofensiva continental del terrorismo
neoliberal, contra los pueblos y gobiernos que eligieron el camino de la emancipación,
particularmente el ataque del presidente Barack Obama contra Venezuela, es
bueno recordar aquellas palabras del Libertador Simón Bolívar… “Estados Unidos parece destinado por la providencia a plagar la
América de miseria en nombre de la libertad”.