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Los números
redondos nos dan una dimensión de ciertos hechos completamente diferente de los
no redondos. Pareciera medio bobo decir esto, sin embargo, vaya uno a saber por
qué, decir 20 años, decir 25 años, nos dispara pensamientos, sensaciones,
expresiones diferentes de las que nos provoca decir que tal o cual cosa
ocurrió hace 22 o 17 años, por dar sólo un ejemplo.
"Contratapa" emitida en "Hipótesis" el sábado 16 de agosto de 2014.
Esta intro
tiene que ver con algo que no nos deja tranquilos desde hace años, más
precisamente 19. Y aunque se trate de una cifra no redonda, son 19 años en los
que la justicia ha jugado el más cruento de los juegos, el de la no justicia.
Sin embargo
saber que el Tribunal Oral federal de Córdoba N°2, empezó el miércoles último a
juzgar a los 6 imputados acusados de la explosión de la Fábrica Militar de
Río Tercero, a casi 19 años de la voladura, nos hace latir mucho más fuerte el
corazón, nos llena de adrenalina, nos hace pensar que la justicia está todavía
a tiempo para reparar los desoladores 19 años de no justicia, desde aquél 3 de
noviembre de 1995.
Un civil y
cinco ex jefes militares, están acusados por el delito de estrago doloso
agravado por muerte de personas. El principal responsable, el entonces
presidente Carlos Saúl Menem, está vivito, coleando y gozando de buena salud
con sus ochenta y pico al hombro y la inmunidad que tiene como senador de la
nación, cargo que como sigan así las cosas, ocupará hasta el 2017 sin que nadie se oponga.
Fueron 7 los
muertos cuando ese calurosísimo viernes a las 8.55, una explosión en cadena,
que comenzó en la planta de carga de la Fábrica Militar de
la ciudad cordobesa, destruyó varios barrios, dejó como saldo más de 300
heridos, los destrozos en toda la ciudad, más el espanto que durante muchos
años sobrevoló a todo un pueblo.
Entre los
muertos, el profesor Hoder Dalmasso. Su esposa, la abogada Elba Ana Gritti,
única querellante de la causa penal, luchó durante años hasta su fallecimiento
en abril de 2011, contra toda una estructura de poder y delincuencia, liderada
por el riojano. Estructura mafiosa que sostuvo desde el principio, a pocas
horas de haber sucedido el hecho, la infame hipótesis del accidente.
Sin la
doctora Gritti, que desde un primer momento dudó de esa teoría y que fue a
fondo en las investigaciones hasta encontrar el hilo conductor del horror,
ocultar maniobras de ventas ilegales de armas al exterior por parte del
gobierno, la causa se hubiera cerrado hace años.
Tras el
fallecimiento de la abogada, sus hijas, María Eugenia y María Julia, tomaron la
posta y son hoy la parte querellante, asistidas por los abogados
Horacio Viqueira y Aukha Barbero de
Córdoba y Ricardo Monner Sans de Buenos Aires, quienes van a demostrar que la
explosión fue intencional para ocultar el faltante de armas que habían sido
vendidas ilegalmente por el gobierno argentino a Croacia y Ecuador.
Durante –por lo menos-- los próximos 4 meses, el
tribunal formado por los jueces Pérez
Villalobo, Asís y Lascano del Tribunal Oral federal n°2 de Córdoba, se reunirá
tres veces por semana en audiencias públicas y abiertas, en donde se juzgará al
ex director de Producción de la Dirección General de Fabricaciones Militares,
Carlos Jorge Franke; al ex director de Coordinación Edberto González de la Vega ; al ex director de la
fábrica Jorge Antonio Cornejo Torino; al ex subdirector de la planta, Oscar
Nicolás Quiroga, y al ex jefe de la División Producción
Mecánica, Marcelo Diego Gatto. Otro civil procesado, que en ese entonces era
sub interventor, Norberto Osvaldo Emanuel, falleció en 2012. Todos ellos
acusados, como decíamos, de estrago doloso agravado por muerte de personas.
El
interventor de la empresa al momento de la voladura, general Juan Carlos Andreoli,
uno de los principales actores del contrabando de armas, no alcanzó a ser
imputado porque, como muchos recordarán, murió en un dudoso accidente de
helicóptero el 8 de octubre de 1996. Se recuerda como el accidente del campo de
polo de Palermo, donde además perdieron la vida militares peruanos en visita a la Argentina. En esa circunstancia
y como en un déjà vu, minutos después
del hecho, se hicieron presentes el jefe del ejército Manuel Balza y el
ministro del Interior Carlos Corach quienes en conferencia de prensa,
anunciaron que se trató de un terrible accidente… En el, --comillas--
“accidente”, murió también Rodolfo Aguilar, el funcionario que había recibido
un aviso desde Perú alertando sobre la presencia de armamento argentino en
Ecuador en 1995, cuando ambos países estaban enfrentados en un conflicto bélico
y en el que la Argentina
era garante de paz.
Volviendo al
presente.
El tribunal cita
a declarar a 42 testigos (36 de ellos ya declararon durante la instrucción),
mientras que se incorporarán a través de la lectura, 89 testimonios. El
expediente se completa con más de 220 informes de peritajes técnicos y
contables.
El ex presidente Carlos Menem,
condenado por ese hecho y el ex jefe del Ejército Martín Balza no serán parte
del juicio oral y público hasta tanto la Cámara Federal de
Casación Penal se expida sobre su situación procesal. Recordemos que Menem
había sido condenado en 2013
a siete años por el contrabando ilegal de armas a
Croacia y Ecuador y por la voladura de la Fábrica Militar de
Río Tercero. A principios de este año, la Cámara Federal de
Córdoba sobreseyó al riojano con la expresa declaración – y es textual--, “que el presente proceso no
ha afectado el buen nombre y honor que el nombrado hubiere gozado”, cierro
encomillado y ratificó el sobreseimiento a Balza por falta de pruebas
suficientes. La querella acudió a la
Cámara de Casación penal que todavía no se expidió. Y según
los entendidos, todo esto llevará algunos años todavía. Por lo que, suponemos,
esta coyuntura no los verá sentados en el banquillo de los acusados, como
entendemos, debiera ocurrir.
Si por esas
cosas de la buena justicia, que existe, ¡claro!, aunque venga lenta y llegue un
poco tarde, decíamos, si por esas cosas, Menem y Balza resultaran nuevamente
involucrados, se los someterá a un nuevo juicio, en una situación, dicen los
que saben, que casi no reconoce antecedentes.
Cuando esta
contratapa recibió a través Horacio Viqueira la noticia del comienzo del juicio
oral, se le nublaron los ojos. El periodismo, vea, no es objetivo, porque la
calidad de ser objetivo es tan poco creíble como la inocencia del corrupto
riojano.
Que se haga
justicia, por la querida doctora Gritti, por sus hijas, por todas las víctimas
y contra el sabor inmundo de la impunidad que otorga a veces el poder.