Por Miguel Angel Ferrari
miguelferrari@gmail.com
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Siria
anunció ayer estar dispuesta a adoptar un alto el fuego en la ciudad
de Alepo y canjear prisioneros con la insurgencia, en un importante
gesto en momentos en que la oposición siria en el exilio decide si
asiste a una conferencia de paz, que se iniciará la semana próxima
en Suiza.
"Con los Ojos del Sur", columna de opinión emitida en "Hipótesis" el sábado 18 de enero de 2014.
El
anuncio, hecho por el canciller Walid al Moallem en Moscú, luego de
reunirse con su par ruso, Serguei Lavrov, podría significar otro
logro diplomático de Rusia luego de que el Kremlin consiguiera
convencer a su aliado de Damasco de renunciar a su arsenal químico
para evitar un inminente ataque de los Estados Unidos.
La
agencia de noticias Inter Press Service (IPS), publicó el pasado
jueves una excelente columna firmada por el analista Gustavo
Capdevilla. La nota se titula “Arranca
el espinoso proceso de paz de Siria”.
Como
solemos decir en Hipótesis, cuando consideramos que un trabajo
periodístico es de calidad e interpreta nuestra forma de pensar, lo
asumimos como propio (sin dejar de citar la fuente) y lo difundimos
entre nuestra audiencia.
Aquí
va…
“La
suerte del complejo conflicto armado de Siria, donde confluyen
factores religiosos y étnicos, junto a presiones de los países
vecinos e intereses estratégicos de grandes potencias, comenzará a
definirse desde la próxima semana, en la conferencia denominada
Ginebra II.
“El
24 de este mes, se sabrá si las partes enfrentadas en la guerra de
Siria aceptan una salida negociada al conflicto de casi tres años,
que ha provocado ya más de 100.000 muertos y dos millones
trescientos mil refugiados, mientras que unos nueve millones
trescientos mil habitantes sobreviven en estado de extrema
desprotección humanitaria.
“En
esa fecha deben reunirse en esta ciudad suiza los representantes del
gobierno del presidente Bashar al-Assad y las delegaciones de las
fuerzas rebeldes que lo combaten desde marzo de 2011.
“Hasta
ahora, ninguna de esas dos partes ha dado señales claras de su
disposición a participar en las conversaciones, en una dilación
orientada aparentemente a obtener la mejor posición en la mesa de
negociación.
“Las
perspectivas de la negociación parecieron alterarse en las últimas
semanas, en que se desencadenaron combates entre las mismas fuerzas
opositoras al gobierno.
“Una
fuente, íntima conocedora de la situación interna en Siria,
describió a IPS que algunos grupos de oposición pretenden obtener
la concesión de libertad para combatir a otras fuerzas, también
enfrentadas a Bashar al-Assad.
“En
este momento, parece que los rebeldes «más moderados se están
imponiendo en las operaciones militares contra los grupos más
radicales de Al Qaeda», que se niegan a cualquier posibilidad de un
alto el fuego, dijo la fuente.
“De
todos modos, la conferencia de Ginebra II, promovida por la
Organización de las Naciones Unidas, comenzará de manera formal el
miércoles 22 en la ciudad de Montreux, ubicada en la región
nororiental del lago Leman, el mismo que baña a Ginebra en el
extremo opuesto.
“En
la sesión de Montreux participarán los gobiernos de 30 países y
delegados de organizaciones internacionales, además de la ONU con
su secretario general, Ban Ki-moon, a la cabeza. Se
esperan discursos con exhortaciones a la paz y en su mayoría
críticos al régimen de al-Assad.
“Estados
Unidos y Rusia han intensificado en las últimas semanas sus
iniciativas para encaminar la negociación con dos objetivos
primordiales para la primera etapa: alcanzar el alto del fuego y
habilitar corredores para llegar con asistencia a las poblaciones más
necesitadas.
“David
Harland, director ejecutivo del Centro
para el Diálogo Humanitario,
una organización privada con sede en Ginebra, estimó que la mejor
solución para afrontar las dificultades humanitarias es distribuir
la ayuda con la cooperación del gobierno y de todas las partes.
“«Eso
no sucede actualmente», se lamentó, cuando «numerosas caravanas de
transporte de ayuda han sido bloqueadas».
“La
mayoría fueron detenidas por no contar con autorización del
gobierno de Damasco, porque fueron interceptadas por los combates,
por bandas delictivas o por extremistas, refirió Harland.
“«En
la actualidad resulta muy duro trabajar en cuestiones humanitarias
dentro de las zonas controladas por la oposición», explicó.
“En
la antesala de la conferencia, se considera que el alto el fuego
resulta posible en aéreas donde la oposición está rodeada, como en
la región de Hula y en la ciudad de Homs, en la provincia de este
mismo nombre, al oeste del país.
“También
es factible en puntos donde el gobierno retiene posiciones dentro de
territorio controlado por la oposición, como ocurre en lugares como
Dar’a y Dayr Az Zawr, al noreste, e Idlib, al norte.
“El
Centro
para el Diálogo Humanitario
es una organización de bajo perfil público que presta con éxito
servicios de mediación y se especializa en conflictos armados. En el
caso de Siria, Harland, un exdiplomático neozelandés, ha sostenido
reuniones con al-Assad y con dirigentes de la oposición armada.
“Con
esos antecedentes, Harland opinó que «Ginebra II no pondrá fin a
la guerra». «No puede», enfatizó.
“El
proceso de Ginebra da por descontado que los Estados Unidos y Rusia
tienen suficientes coincidencias en el caso sirio como para sacar las
cosas adelante.
“Pero
ese entendimiento no ha sido evidente durante un periodo en el que
murieron más de 100.000 personas por el conflicto, refutó.
“El
problema radica en que el proceso de Ginebra no ha encontrado la
forma de dar voz a los sirios que desarrollan su actividad en la
oposición interna. Eso «tiene que cambiar si se pretende que el
proceso de paz se ponga en marcha», advirtió Harland.
“Ginebra
II tendrá éxito «si abre las puertas a un nuevo tipo de proceso de
paz», planteó.
“Un
proceso pacificador exitoso tendría que ser alimentado por el mismo
pueblo sirio, aunque aplicado con ayuda externa.
“Sería
como una danza: consultas con los sirios en el terreno y luego
decisiones del Consejo de Seguridad de la ONU, fundadas en aquellas
conclusiones, graficó.
“Con
respecto a la invitación a Irán para que asista a la reunión de
Montreux, que Moscú alienta mientras Washington objeta, Harland
opinó que esa participación «puede ser muy provechosa».
“«Creo
que necesitamos un mecanismo en el que todos los protagonistas que
dan forma a la realidad de Siria estén presentes en las discusiones
y asuman sus responsabilidades», dijo.
“Harland
estimó que el conflicto de Siria guarda similitudes con la Guerra de
Bosnia, entre 1992 y 1995, que derivó del desmembramiento de la
antigua Yugoslavia.
“Como
en Bosnia, aparecen en Siria asuntos políticos internos junto a
cuestiones étnicas y religiosas, igualmente locales, expuso.
“Luego
aparece un segundo círculo, con protagonistas regionales que apoyan
a determinadas comunidades étnicas y religiosas.
“Por
último, hay un tercer círculo de potencias mundiales,
principalmente Estados Unidos y Rusia, pero sin excluir a China.
“Ante
este cuadro, analizó, la mayor dificultad que afronta el diplomático
argelino Lakhdar Brahimi, quien coordina las negociaciones en su
calidad de representante especial de la ONU y la Liga Árabe para
Siria, «es alinear los tres círculos para conseguir una perspectiva
seria de paz».
“Es
decir, deben concertarse algunos acuerdos entre las partes sirias,
otros entre los protagonistas regionales y alcanzarse, además, otros
entre Estados Unidos, Rusia y los demás miembros permanentes del
Consejo de Seguridad.
“Harland
aceptó que en el caso de Bosnia la pacificación llegó después de
arrasadores bombardeos sobre blancos serbios por parte de las
escuadrillas de la Organización del Tratado del Atlántico Norte
(OTAN).
“«En
el caso de Siria creo que es muy improbable una intervención
extranjera decisiva», dijo.
“Además,
los casos bosnio y sirio presentan diferencias de escala.
“Bosnia,
con solo cuatro millones de habitantes, es un país allegado a Europa
y Occidente, en la geografía y en los intereses. Siria, que
sextuplica esa población, está más alejada, consideró el director
del Centro
para el Diálogo Humanitario.
“Una
última diferencia es que el poder relativo de Estados Unidos es
actualmente «menor al que tenía en 1995, cuando intervino
militarmente en Bosnia», concluyó Harland.
Un
conflicto —ahora decimos nosotros— que estalló contagiado por la
mal llamada “primavera árabe”, atizado por el autoritarismo del
gobierno del presidente Bashar al-Assad, pero que prontamente fue
instrumentado por los Estados Unidos, sus aliados europeos y de los
regímenes más despóticos, entre ellos Arabia Saudita, para seguir
avanzando en el control geopolítico por parte del imperio en esa
importantísima región.
Ciertas
debilidades de Washington y la firme decisión de Moscú de impedir
ese avance sobre uno de sus principales aliados árabes, ha cambiado
el curso de los acontecimientos.
Desde
el bombardeo misilístico prometido (y abortado) por el presidente
Barack Obama, pasando por la destreza de la diplomacia rusa que tomó
al vuelo la propuesta de desarme químico de Siria, hasta llegar a
esta cumbre de Ginebra II, se ha producido un giro copernicano que
pone de manifiesto que la humanidad está entrando a una nueva época
multipolar, dejando atrás el unilateralismo estadounidense nacido
luego de la caída de la Unión Soviética.